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TESTIMONIO DE VIDA DE LOS TRES MÁRTIRES ASUNCIONISTAS DE BULGARIA

Beatos Mártires Asuncionistas de Bulgaria

El 23 de abril de 2002, el Papa Juan Pablo II declaró a tres hermanos Asuncionistas como “Mártires de la Fe”: Kamen Vitchev, Pavel Djidjiov y Josaphat Chichkov. Fueron beatificados por el mismo Santo Padre el domingo 26 de mayo de ese mismo año, en la Plaza Mayor de la ciudad de Plovdiv, Bulgaria.

Pero, ¿quiénes fueron esos tres religiosos cuyos nombres tal vez nos suenen muy extranjeros a muchos de nosotros?

El Padre Kamen Vitchev (nacido en 1893), tal vez el más conocido de los tres, fue profesor, un erudito y un líder. Cuando lo arrestaron en diciembre de 1951, era Vicario Provincial de los Asuncionistas de Bulgaria. Había sido profesor en el Seminario Asuncionista de Estambul (Turquía) y durante mucho más tiempo, en el Colegio de San Agustín de Plovdiv. Era muy conocido en Bulgaria como experto profesor, predicador de la fe y muy activo en toda relación ecuménica entre las Iglesias. Escribía regularmente en la revista asuncionista de estudios teológicos orientales “Ecos de Oriente” y fomentaba las buenas relaciones con el Clero Ortodoxo de Plovdiv, al que acogía frecuentemente la comunidad. Sus artículos versaban sobre temas especializados en Derecho Canónico Ortodoxo y también sobre acontecimientos destacables en las Iglesias Católica y Ortodoxa, o eran reflexiones sobre la vida del cristiano en el mundo. Es indudable que la difusión de su pensamiento sobre el valor de la visión cristiana de la vida, frente a la que tenían las doctrinas ateas y materialistas dominantes, no le granjeó el aprecio del régimen. Se hizo “culpable” de ser un distinguido intelectual y educador y un apasionado de la causa de unidad entre la Iglesia Oriental y la Iglesia Latina. Él mismo había sido ordenado sacerdote en el rito Bizantino.

El Padre Pavel Djidjiov era el más joven de los tres (nacido en 1919). Buen atleta, hombre práctico, con estudios de Economía, se le confió la gestión financiera de la misión asuncionista de Bulgaria, pero volcó lo mejor de sus energías en la educación de la juventud. Durante sus años de profesor en la Escuela Asuncionista de Varna, en el Mar Negro, se hizo notar por su postura nada ambigua respecto del Partico en Bulgaria. Se hizo “culpable” de defender la libertad religiosa frente a un régimen totalitario. Era muy querido por sus alumnos y firme en su lealtad hacia la Iglesia.

El Padre Josaphat Chichkov, el de más edad de los tres (nacido en 1884), fue durante mucho tiempo profesor y educador de jóvenes aspirantes al sacerdocio. Era un hombre sencillos, especialmente eficaz con sus alumnos que tenían dificultades, y un tecnófilo, que para su ministerio echaba mano de las herramientas “modernas” apenas se inventaban (máquinas de escribir de caracteres cirílicos, cámaras de cine y gramófonos). Acusado de espiar a favor del Vaticano y de las potencias occidentales, fue en realidad “culpable” de ser un buen educador y muy popular, y de ser un pastor afectuoso.

Los tres fueron fusilados por un piquete de ejecución en la prisión central de Sofia, Bulgaria, la noche del 11 al 12 de noviembre de 1952. Habían dedicado generosamente su vida al servicio de su pueblo y a la causa del Reino de Dios. El Padre Pavel escribió, sólo unas semanas antes de ser arrestado: “Un sacerdote diocesano ha sido condenado a muerte, otro a veinte años de cárcel, otros dos van a ser juzgados pronto. Estamos esperando nuestro turno… ¡Que se haga la voluntad de Dios!”. La Fiesta de los Tres Mártires es el 13 de noviembre.

Asuncionistas

ORACIÓN A LOS MÁRTIRES DE BULGARIA

Dios, Padre Nuestro,

Tú concediste la gracia

y la fortaleza del martirio

a nuestros hermanos Kamen Vitchev,

Pavel Djidjiov y Josaphat Chichkov.

En una sociedad

que intentaba construirte sin Ti,

hiciste posible

que diera testimonio

de la Buena Noticia de Jesús, tu Hijo.

Por su intercesión

y por el don de la vida,

derrama sobre nosotros

el Espíritu de audacia,

a fin de que proclamemos

las Bienaventuranzas sin cesar

y seamos artífices de unidad y de paz

en el mundo de hoy.

Te lo pedimos por Jesucristo,

Nuestro Salvador. Amén.

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